Dante Alighieri renace en Monteriggioni.

La vida en los tiempos de Dante Alighieri. Este es el motivo que la bella localidad de Monteriggioni ha elegido este año para sus jornadas medievales.

Con motivo de las 27 jornadas medievales. Este año podremos contemplar de cerca como se vivía en los tiempo de Dante.

Monteriggioni di Torri, es una bella localidad de la provincia de Siena en la región de Toscana. Es conocida por ser una de las pocas poblaciones que sigue conservando intactas todas sus circundantes murallas. En la actualidad, puede vanagloriarse de mantener el mismo esplendor con el que fue construida en el Siglo XIII.

En sus orígenes fue una ciudad espía. Mandada a construir por el Señor de Siena, su función consistió en controlar desde la discreción la «Vía Cassia». Sus 570 metros de murallas circundan la colina natural en la que fue construida Monteriggioni. A pesar de que en el Siglo XVI, las murallas fueron restauradas, no ha sido necesario desde entonces, acometer ninguna rehabilitación. Es por este motivo que Monteriggioni es lugar de peregrinación, no sólo de turistas, sino también de arquitectos, historiadores medievales, arqueólogos y directores de cine. La ciudad, sigue conservando la misma ordenación urbanística con la que fue diseñada. Sus casas, igualmente, siguen estando igual. Conservando la misma apariencia.

Desde hace 27 años, durante el mes de Julio, vienen celebrando unas jornadas medievales que atraen a numerosos visitantes interesados en vivir de primera mano la vida diaria en la Edad Media. Como cada año, hay un tema central en torno al encuentro. «Misterio y magia en tiempo de Dante» ha sido el lema seleccionado para la convocatoria de este año.

Dante y Monteriggioni.

Para las jornadas medievales de este año, no en vano Monteriggioni ha pensando en Dante. El autor florentino, ya mencionó a la población en su universal «Divina Comedia». Así se expresaba Dante acerca de Monteriggioni:

«De la misma manera que

Montereggioni corona de torres su reciento amurallado,

así, por el borde que rodea el Poz

se elevan como torres y hasta la mitad del cuerpo

los horribles gigantes a quienes aún amenaza

Júpiter desde lo alto del cielo cuando truena».

   «Divina Comedia» Canto XXXI del infierno.

Como todos sabéis, el Canto XXXI, se inicia con el final del episodio anterior. Donde Virgilio reprende primero a Dante por contemplar absorto la disputa entre Mastro y Sinón. Después, lo perdona al ver la vergüenza que sentía Dante por haberse dejado arrastrar por tal banalidad.

Date se da cuenta de su error y comprende que «la misma lengua que lo mordió y le hizo enrojecer las dos mejillas», esa misma lo curó. Como la lanza de Peleo heredada de Aquiles, que con un golpe dañaba y con otro golpe sanaba.

Este simbolismo usado en esta figura mitológica, era muy usado en el Siglo XIV. Petrarca y otros poetas lo usaron también.

En verdad, era la manera de expresar la simbología del beso de la mujer amada. El beso de la persona amada, por un lado te da la felicidad y por otro lado te hace esclavo de la responsabilidad y el mantenimiento del estado deseado.

En el Canto XXXI, ambos poetas caminan por la orilla del octavo círculo. En un momento, el silencio lo interrumpe el estruendo de un alto cuerno. Más fuerte que cualquier trueno. Dante menciona que ni siquiera el olifante que el caballero Roldán hizo sonar en Roncesvalles era tan fuerte como este sonido infernal.

¿Torres o gigantes?

Al levantar la vista, Dante cree ver unas altas torres. Pide a Virgilio que le diga de que ciudad se trata.

Virgilio le contesta que en la oscuridad, y a tanta distancia, los sentidos nos pueden engañar. Que tiene que ver mejor.

Luego, le toma la mano a Dante y comienza a explicarle que lo que ve no son torres, sino gigantes. Unos altos y enormes gigantes que están en la orilla del pozo. Ese era el castigo por haberse opuesto a Dios.

Dante se acerca cada vez más para comprobar su error. Cae en lo cierto que le dice Virgilio. Pero entonces, le viene el miedo y el estupor al encontrarse con estos monstruos.

Como los muros de Monteriggioni coronados por torres, así sobre la orilla del pozo están los siniestros gigantes que Júpiter sigue amenazando desde el cielo en cada trueno que proyecta.

Aún no se sabe con certeza sobre la significación que Dante quiso darle a estos gigantes. Algunos autores piensan que los gigantes representan el paso al siguiente círculo, el de los traidores. Otros, en cambio, interpretan a los gigantes como pecadores.

En cualquier caso, lo que si está claro es que Dante Alighieri quiere hacer hincapié en la humanidad. En eliminar cualquier elemento sobrenatural sobre los gigantes.

Esta cita de Monteriggioni en la «Divina Comedia», le ha valido al pueblo, el título del pueblo de Dante Alighieri, aunque en realidad, naciera en Florencia.

Es por esto, que este año han puesto el acento que celebrar sus jornadas medievales sobre la figura del autor Florentino.

La Via Cassia.

Pero, no sólo de Dante Alighieri vive Monteriggioni. En verdad, este minúsculo pasaje en la obra de Dante Alighieri, está sobrevalorado. Por mucha significación que conlleve para el contexto del Canto XXXI, lo cierto es que los habitantes del lugar lo han rentabilizado con fines comerciales.

Sin restarle importancia, Monteriggioni tiene una historia propia e importante, incluso sin la necesidad de Dante.

Como dijimos al principio, es un lugar estratégico que se mandó a construir para controlar el trasiego en la Via Cassia. Esta transitada calzada soportaba el trasiego entre Roma y Florencia. Por ella circulaban bienes y mercancías pero también ideas. La familia de banqueros Auditore, en concreto, Doménico Audirore mando construir la ciudad para vigilar desde este punto estratégico el ir y venir de una ciudad a otra. Sobre todo en unos años críticos con Florencia que tenía ambiciones expansionistas. Aún así la diplomacia de los Auditore consiguió mantener cordiales relaciones con la familia Mèdici.

Durante toda la Edad Media, la ciudad jugó un papel determinante entre las disputas de las dos ciudades rivales: Siena y Florencia. Aguantó estoicamente fuertes intentos de los florentinos por dominarla. Así has 1554 donde se produjo «La Gran Traición». Siena dio el control de la ciudad a Giovannino Zeti, que a la postre estaba exiliado en Florencia. Con el propósito de volver a Monteriggioni y reconciliarse con los sieneses, Zeti acepto el nombramiento. Una vez ocupado el cargo, Zeti, que a su vez se había reconciliado con los Mèdici, entregó directamente las llaves de la ciudad al control mediceo. Desde entonces, Monteriggioni pasó al control florentino.

Monteriggioni, ideal medieval.

Gracias a Dante Alighieri, pero sobre todo, gracias a su situación estratégica en Toscana, Monteriggioni ha sabido crearse la imagen ideal de ciudad medieval. Su arquitectura, su muralla perfectamente conservada, pero sobre todo, la intención de sus gentes, han hecho de esta localidad del paradigma de ciudad medieval italiana.

Gracias a esto, también ha surgido una incipiente industria no solo en torno al turismo. En Monteriggioni, también se celebran congresos internacionales en torno al temas medievalistas. Y también, de lo que están más orgullosos los oriundos, es de la satisfacción que les produce ver sus calles en la gran pantalla. Por todos los rincones de la ciudad, en cualquier restaurante o bar, te cuentan orgullosos que allí han rodado tal o cual película.

Y cierto es. Ya en 1996, el director Anthony Minghella, eligió Monteriggioni para «El paciente inglés». Igualmente, Bertolucci, rodó aquí íntegramente «Belleza robada» en 1996. Benigni también trajo aquí a su equipo para la archiconocida «La vida es bella». Zeffirelli, en 1999 convocó en Monteriggini a todo su elenco de actrices para tomar «Té con Mussolini». Y por último, entre los más destacados, Ridley Scott, llenó las calles de Monteriggioni de musculosos guerreros para filmar «Gladiator».

Por tanto, de una forma u otra, todos hemos estado en Monteriggioni lo sepamos o no. Pues todos en algún momento hemos visionado alguna de las cintas anteriores.

Mas información

En esta ocasión y durante todo el mes de Julio, si tienes oportunidad de visitar Italia, no dejes de acudir a Monteriggioni y verlo con los mismos ojos con los que Dante lo describía en «La Divina Comedia». Toda una ocasión irrepetible para vivir en el Siglo XXI el espíritu de la Edad Media. Para más información y teléfonos sobre todas las actividades que se van a desarrollar en Monteriggioni durante el mes de Julio, podéis pinchar aquí y tendréis información más detallada. Felices jornadas medievales a todos los que podáis disfrutarlas.

Y recordad, cuando a lontananza diviséis las torres de Monteriggioni, pueden ser torres o pueden ser gigantes. En vuestras manos está.